Escapada a la Selva Negra y Alsacia: nuestra experiencia desde Gengenbach

Dormir en la Selva Negra es como viajar a un cuento, y nuestro viaje tuvo como base el encantador pueblo de Gengenbach, una de esas localidades que parecen sacadas de una postal. Sus casas de entramado de madera, calles adoquinadas y ambiente tranquilo lo convierten en un lugar perfecto para alojarse y explorar la región. Nosotros nos alojamos en el hotel Schwarzwaldhotel Gengenbach, que además de parking, también tenía piscina climatizada ¡y nos encantó! 

Gengenbach, el corazón de nuestro viaje

Nuestra elección de dormir en Gengenbach fue todo un acierto. Además de su belleza, la ubicación es muy práctica para moverse tanto por la Selva Negra como para hacer una excursión a Alsacia. A poca distancia de la mayoría de los pueblitos de La Selva negra, y con supermercado en el pueblo. Además, tiene un calendario de adviento (el más grande de Europa) en la plaza del ayuntamiento, que si vas antes del 24 de diciembre ¡podrás ver!

Naturaleza en estado puro: las cascadas cercanas

Uno de los puntos fuertes del viaje fue la visita a las famosas cataratas de Triberg, situadas a menos de una hora en coche. Estas son las cascadas más altas de Alemania, con una caída de 163 metros repartidos en varios saltos de agua. En Navidad hacen un espectáculo de luces y fuego que es absolutamente maravilloso. Eso sí, te recomiendo comprar las entradas online!

Podrás ver:

  • Espectáculo de luces: normalmente se encienden cada tarde y la caída de agua iluminada ofrece un panorama increíble para fotos.

  • Mercadillo navideño cercano: junto a las cataratas, a menudo hay puestos con dulces típicos, artesanía local y bebidas calientes, ideales para disfrutar después de la caminata.

  • Acceso: el recorrido de pasarelas y miradores permite disfrutar de las cascadas aunque haya nieve o hielo, aunque conviene ir con calzado antideslizante.

Perfecto para familias y viajeros que buscan un toque mágico en su viaje.

Excursión de un día a Alsacia

Desde Gengenbach hicimos también una escapada de ida y vuelta a Alsacia (Francia). En poco más de una hora de carretera cruzamos la frontera  (no te darás ni cuenta porque no hay ningún tipo de control de frontera) y nos adentramos en una región llena de pueblos coloridos y viñedos infinitos.

Colmar

La primera parada fue en Colmar, famosa por su “Pequeña Venecia”. Pasear junto a sus canales rodeados de casas de colores pastel y flores es de lo más pintoresco. No olvides probar una tarte flambée, la pizza alsaciana ¡súper rica!

Otros pueblos principales para ver en ese día

  • Riquewihr: uno de los pueblos más bonitos de Francia, lleno de murallas medievales y calles que parecen decorados de película. 

  • Eguisheim: con su trazado circular y casas con entramados de colores, parece un decorado de cuento.

  • Kayserberg: Merece la pena acercarse a este pueblito. Las vistas desde el puente, y la plaza principal rodeada de casas de madera entramada. Fue espectacular. 

Sasbachwalden

Sasbachwalden es un pequeño pueblo en la Selva Negra famoso por sus viñedos y casas tradicionales. Muy cerca se encuentran las cataratas de All Saints (Allerheiligen Wasserfälle), con senderos bien señalizados y miradores que permiten disfrutar de la caída de agua y del entorno natural sin necesidad de hacer una caminata larga o complicada. Es una parada ideal para combinar naturaleza y un paseo tranquilo por el pueblo.

¿Cómo moverse por La Selva Negra?

En nuestro caso, alquilamos un coche en el aeropuerto. Lo ideal en nuestro caso fue llegan al aeopuerto de Baden Baden, con un vuelo directo. Y desde allí alquilamos un coche con Avis, con el que nos movimos. En la propia empresa de alquiler te preguntarán si tienes intención de cambiar de país, y según si queréis cruzar o no a Francia, os darán la documentación correspondiente para que no tengáis problema.

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